El Vaso medio lleno. Reflexiones sobre sociedad y empresa
En sus inicios las familias concentraban la vida de todos sus miembros, hasta que la búsqueda de mayor productividad hizo que los papás salieran a trabajar y los niños fueran a las escuelas, dejando a las mamás el rol de unir el hogar. Pero con el desarrollo reciente de la mujer, al pasar ésta más tiempo fuera de casa, su papel unificador comenzó a sufrir. Felizmente el rol de los nuevos o “Neo” papás, está ayudando a que la familia no se desestructure. Veámoslo hoy, cerca de su día.
¿Están en peligro las familias? Felizmente no porque, como nunca en la historia, los hombres más jóvenes han empezado a asumir allí un rol distinto. Así, a diferencia del “papa Clásico”, que busca conservar los roles de género de cuando se casó, el Neo papá se despreocupa de esos límites. Y, sin generalizar, mientras los mayores se precian de ser proveedores externos que dejan la tarea de la casa a sus esposas, el Neo papá entiende que si ambos trabajan fuera también deben compartir las tareas dentro del hogar. Aunque ellas hacen siempre mayor trabajo interno, la proporción de lo que hace el hombre se amplía constantemente.
El Neo papá sabe que en el hogar le toca con frecuencia lavar o cocinar, como decíamos en nuestra columna sobre el día de la madre (Mi esposo lava y cocina), y también se ocupa más del cuidado físico y emocional de los hijos, llevándolos de paseo, velando por sus estudios y cuidándolos cuando la mamá está en su trabajo fuera. De hecho, sabe que ser “bien macho” no tiene que ver con ser o no ser útil en el hogar o amoroso con sus hijos.
¿Qué regalos esperan estos padres para su día? Los padres Clásicos esperan lo que siempre recibieron que, dependiendo de los ingresos, será algo así como la buena camisa o instrumentos para parrilla si es un Formalista, de orientación muy social, o quizás la chompa o algo para su carro, si es Progresista, más emprendedor y aventurero. Y si tiene un estilo de vida Sofisticado, algo de música de sus épocas, o un trago especial, le caería bien.
Pero a un nuevo papá variando en detalles según su estilo de vida, quizás le guste un bolso para pañales de marca deportiva, un uniforme de su equipo de fútbol para vestirse él y sus hijos, o el coche de bebé con el que pueda hacer jogging. De paso, agradecería que en los baños de hombres pongan facilidades para entrar con sus niños. Por cierto -como lo dijimos antes- le agradaría igual todo lo que le disminuya el trabajo de la casa, como una secadora de ropa o la cafetera automática, si hubiera algo más de platita. Pero todos, el papá Clásico que trabajó muy fuerte para su familia, y el Neo papá, que está evitando que ésta se desestructure, esperan una deliciosa comida por su fecha. Feliz día todos los padres.
Rolando Arellano C.
Presidente de ARELLANO y profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio