Suerte: oportunidad + preparación
“La buena suerte es cuando la oportunidad se encuentra con la preparación y la mala suerte es cuando la falta de preparación se encuentra con la realidad”. Esta frase pertenece a Eliyahu Goldratt, quien fue un reconocido consultor de empresas y aplica tanto a empresas como a personas.
Es indudable que en el mundo de los negocios suceden hechos casuales y circunstanciales, que pueden afectar a las empresas para bien, o sea buena suerte, o para mal, o sea mala suerte, como que también es indudable que las empresas que estén preparadas pueden sacar mejor provecho de ello cuando se trata de un evento favorable o minimizar el daño cuando se trata de un evento desfavorable. Siendo así, debemos considerar a la suerte más como un tema de perseverancia que como un tema de superstición.
Si se trata de empresas, lo común es que todas quieren crecer y mejorar su rentabilidad pero, ¿cómo pueden lograrlo si no están haciendo los esfuerzos necesarios, ya sea ingresando a nuevos mercados o innovando con nuevos productos o probando cambios para mejorar su operatividad?. Es decir, así como es cierto que la suerte existe, también es cierto que tienen más suerte las empresas que la están buscando y que, además, están preparadas para sacar provecho de ella. Lo dicho implica el tener planes bien desarrollados, el invertir en talento, el desplegar los recursos necesarios en la búsqueda de resultados superiores y, por cierto, el estar dispuestos a tolerar un fracaso de cuando en cuando.
Y si se trata de personas es lo mismo, ya que la suerte también favorece más a aquellos que la buscan, a los persistentes y a los que están en el lugar preciso en el momento preciso. Esto implica, por ejemplo, el asistir a las reuniones que sean necesarias, en especial a aquellas en donde se encuentran las oportunidades, además de tener un círculo de contactos que les permitan explorar oportunidades. Pero el reto no queda ahí, ya que de nada sirve encontrar una oportunidad si la persona no está preparada para capitalizarla. Esto quiere decir, estudiar, estar siempre al día con lo nuevo en su área de especialidad e, incluso, prepararse para ir más allá de su área de especialidad.
Alberto Haito
Director – Arellano