Un seguro de auto da la tranquilidad de que si se malogra, lo arreglarán para seguir usándolo.
Una buena noticia esta semana fue el fuerte crecimiento de la demanda de seguros en el país. Porque muestra que la calidad de vida de los ciudadanos mejora, y muestra a las empresas que hay mucho espacio para crecer si analizan correctamente las necesidades de la población.
Los seguros son productos difíciles porque se compran cuando no se necesitan usar y se espera nunca tener que usarlos. Sin embargo, responden a una necesidad fundamental, que en la pirámide de Maslow aparece solo después de las de alimentación y vestido. Ellos sirven para asegurar, de allí su nombre, que el bienestar que tenemos hoy continuará a pesar de los problemas que se puedan presentar. Un seguro de auto da la tranquilidad de que si se malogra, lo arreglarán para seguir usándolo, y uno de salud, que quien se enferma va a poder tratarse.
Por cierto se puede cubrir esos imprevistos con ahorros propios, pero es más eficiente ahorrar entre varios, para repartir el riesgo. De hecho, la función de las aseguradoras es administrar ese ahorro, privado o estatal, para asignarlo a quienes lo necesiten. Por cierto, quien no tiene ahorros (o seguros) constituye un riesgo para sus familiares y la sociedad, pues ellos deberán cuidarlo en caso de problemas.
Así, los seguros son un elemento de bienestar de la población, y por lo tanto su mayor demanda señala una mejora en la calidad de vida de quien los tiene. Por ello, el anuncio de Eduardo Morón, presidente de la Asociación Peruana de Empresas Aseguradoras (Apeseg), de un casi 30% de crecimiento de algunos seguros en el 2018, sobre todo en las nuevas clases medias, debe verse como una mejora integral de los peruanos. Una mejora que muestra que no solo se está incrementando el ingreso en el rombo social, sino que este se usa también en inversiones que aseguran que su bienestar se mantenga.
Aquí debe señalarse, conocemos ese proceso al trabajar con Apeseg, que ese crecimiento se debe al esfuerzo de la industria aseguradora en su conjunto, que se unió para promover la ampliación de las fronteras de un negocio cuya penetración, como en muchos sectores en el país, es muy inferior al de otras realidades. Con el conocimiento profundo de los peruanos y el desarrollo de grandes estrategias sectoriales, el objetivo fue ampliar el mercado generando oportunidades donde luego cada empresa despliegue su creatividad y compita con sus pares en atraer a los clientes específicos.
En fin, el crecimiento promovido por este gremio, con educación sobre seguros y ampliación hacia los mercados de las mayorías, debería ser inspiración para otras asociaciones. Porque actuando así podrán hacer crecer al país, y a sus asociados. Que tengan una buena y productiva semana.
Rolando Arellano Cueva
Presidente de ARELLANO y Profesor en Centrum Católica