En las empresas no todo es color de rosa. Así como hay éxitos, los cuales se comunican y se hacen conocidos, también hay fracasos, los cuales no se comunican y se mantiene en reserva. Sobre el manejo de estos últimos trata este artículo.
Una reacción usual de aquellos que lideran equipos es el buscar culpables de los fracasos con acciones que van desde llamadas de atención hasta el despido de las personas involucradas con lo que, al hacer esto último, quizás están evitando el despido de ellos mismos. Esta reacción implica por parte del líder el no reconocer que forma parte de un equipo y no darse cuenta que él también es parte del problema. Además, este mal manejo trae consecuencias ya que genera un mal ambiente laboral, desmotivación y una cultura de silos.
El tema pasa por un mal recurrente en muchos líderes que es el desbalance entre una alta inteligencia racional y una baja inteligencia emocional, lo que hace que tenga poca habilidad para manejar este tipo de problemas. También es cierto que este tema tiene que ver con una deformación en la cultura empresarial que penaliza en exceso a quien comete errores y, en el extremo, tilda de fracasados a aquellos que los cometen. Felizmente, esto está cambiando en las empresas más avanzadas ya que toman el error como un aprendizaje y como una fuente de conocimiento.
¿Qué debe hacer el líder en estos casos?. Pues comportarse como un verdadero líder y no como un mal jefe, de forma tal que se asuma la responsabilidad del problema y la solución del mismo como un equipo de trabajo. Pero el actuar así no es solo un tema de buena voluntad, sino que se requiere estructura para buscar soluciones. Por cierto, hay varios esquemas para ello, pero finalmente todos llevan más o menos el mismo rumbo.
Lo primero es una clara definición de cuál es el verdadero problema y cuáles son las causas del mismo. Luego viene la búsqueda de soluciones, lo que puede empezar con poner varias ideas sobre la mesa para luego escoger un plan de acción, buscando el compromiso y alineamiento del equipo. Finamente se implementa la solución, designando responsables para las acciones necesarias las cuales deberán ser monitoreada y ajustadas si es necesario.
Alberto Haito
Director – Arellano