Quien haya estado preocupado por la falta de solidaridad entre peruanos, puede ver que en vez de disminuir, las iniciativas solidarias ante el covid19 de empresas, gremios y la Iglesia siguen creciendo.
Igualmente el usual desinterés de las personas capaces ante la política, se ve contrastada hoy con la intención de candidatura de varios ciudadanos con formación, experiencia y propuestas de mejora razonables.
Pero el problema hoy parece ser que tenemos más que lo deseable, y que debemos buscar que esa efervescencia social y política sea más eficiente.
Así, los cientos de iniciativas solitarias funcionarían mejor si se juntaran para no repetir gastos, compartir experiencias y no sobrecargar a las limitadas fuentes de ayuda. Una central de ayuda solidaria post covid19, haría infinitamente más eficiente el aporte de todos a la comunidad.
Y en la política se debería evitar una canibalización que solo beneficiaría a la oposición. Si es buena noticia tener como pre-candidatos a de Soto, Cillóniz, San Román, Diez Canseco, Benavides y similares, es malo saber que competirán entre ellos, por un número limitado de votantes. Una coordinación para unir fuerzas y armar planchas más potentes sería mejor para todos
Juntarse no es fácil porque implica para algunos renunciar al prestigio de dirigir una institución solidaria o de ser candidato y eventualmente Presidente del Perú.
Pero si hay una verdadera vocación de servicio y se quiere ayudar al país, la oportunidad de mostrarlo es ahora. Juntándose para ser eficientes; porque no siempre más es mejor.
Rolando Arellano Cueva
Presidente de ARELLANO y Profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio