Para salvar al país de futuras tragedias es imperativo que los ciudadanos de buena voluntad actuemos aprendiendo y enseñando el “por qué” votar. este 2021 enseñemos el ABCD del voto.
A.- Nuestro voto es importante, aunque sea uno entre varios millones. La poca importancia asignada lo demuestran tantos ciudadanos decidiendo su elección en la fila de sufragio, y lo confirman las muy volátiles encuestas de intención de voto. Si creemos que no influimos, no reflexionamos.
B.- Nuestro voto influye en cómo actúan los gobernantes. Eso porque muchos critican “a las malas autoridades”, como si ellas no hubieran sido elegidas sino más bien sean fruto de un designio externo. Lo prueba ese 80 o 90% de personas que dice “ese congreso no me representa”, sin autocrítica por haber elegido a esos representantes.
C.- La elección no es un momento, sino un compromiso con quien elegimos. Que no es una apuesta por el triunfo del candidato que va mejor en las encuestas. Y que el “yo no voté por él”, tan escuchado poco después de la elección, debe cambiarse por el responsable “voy a vigilarlo y también apoyarlo para que trabaje bien”.
D.- Nuestra elección concierne también a nuestros hijos. Que un candidato que promete regalarnos cosas sin decir cómo las repondrá, quizás alegre a quienes las recibimos, pero dará muchas tristezas a los que vengan después, cuando se acabe esa riqueza. Recordar a Venezuela es suficiente.
¿No es más importante aprender “cómo” votar? Es importante, pero si se sabe el “por qué” hacerlo, el interés por conocer el cómo es mayor. Empecemos a enseñar ahora.
Rolando Arellano C.
Presidente de ARELLANO y profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio