La gente que necesitamos
Hace algún tiempo publicamos un artículo titulado “De lo complicado a lo complejo”. En él decíamos que el manejo de una empresa había pasado de complicado a complejo debido a la ocurrencia de eventos inesperados y de características desconocidas, donde lo común era el no saber qué hacer y que la mejor manera de lidiar con ellos era a través de la diversidad de pensamiento para así acercarnos a las mejores respuestas posibles.
Pues bien, el mundo de negocios sigue yendo en esa dirección, pero más aceleradamente. Hay eventos que es muy posible que ocurran, pero no sabemos ni cuándo ni sus características. Lo que sí sabemos es que su impacto será grande y que, dependiendo de nuestro manejo, pueden convertirse en un problema o en una oportunidad.
¿Es posible que haya otra pandemia?. Es posible, pero no tenemos idea del cuándo ni de su magnitud. O para ir a algo reciente, está el nuevo rumbo económico de Estados Unidos y las consecuencias en la economía mundial y en las empresas. Era claro que los niveles de déficit de Estados Unidos eran insostenibles y que requerían un ajuste, lo que no era claro era el cuándo ni el nivel del ajuste. Y, entonces, ocurrió y de una magnitud enorme: un ajuste grande en términos de reducción de gastos y un intento de recaudar
más y de equilibrar la balanza comercial a través de aranceles muy altos (que seguramente serán menores con las negociaciones en curso). Todo ello generando un impacto en la economía mundial y por ende en las empresas, siendo necesario salirse de lo que normalmente hacemos sea para encontrar la oportunidad o para minimizar daños.
¿Qué hacer?. Es difícil tener planes de contingencia para cada hecho inusual posible. Lo que es mejor es contar con personas que piensen diferente, disruptivas y que sean mejores que los demás en manejar lo inesperado. Por cierto, esto no es sencillo porque lo común es buscar eficiencia a través de gente que sea buena haciendo labores repetitivas y predecibles. Además, la diversidad de pensamiento eleva los gastos ya que estas personas son escasas y tienen salarios más altos. Y, para complicar más las cosas, suelen ser molestas ya que les cuesta alinearse con el resto de la organización.
Alberto Haito
Director – Arellano