En nuestra cultura empresarial el ejecutivo es más solitario mientras más alta es su posición en la organización, dándose el mayor nivel de soledad en los gerentes generales. Y esto ocurre porque a mayor nivel hay menos posibilidades de confrontar ideas o discutir sobre dudas, que siempre van a existir, con otras personas de la organización. El hacerlo puede ser interpretado, equivocadamente sin duda, como un sinónimo de debilidad no propia para el cargo que ocupa, ya que en nuestro paradigma un ejecutivo de alto nivel tiene que tener respuestas para todo y mostrar que siempre sabe, aunque no sepa.
Tomemos como ejemplo a un gerente general. Si reporta a un directorio, tendrá que ser cuidadoso en sus comunicaciones, ya que este directorio le ha delegado el manejo de la organización y, por tanto, no puede mostrar vacilaciones, ya que esto podría derivar en desconfianza sobre su idoneidad para el puesto. Por otro lado, tiene a su cargo a un grupo humano que espera de él acciones firmes y correctas, ya que si demuestra dudas puede interpretarse como una falta de capacidad para la posición que ocupa. En pocas palabras, nuestro amigo gerente está entre dos fuegos.
¿Qué hacer?. Pues hay varias formas de minimizar esta soledad. Una de ellas es el tener más apertura con pares ajenos a su organización y que, seguramente, están pasando por la misma situación. Todo esto, por supuesto, sin caer en la infidencia en temas sensibles. Otra posibilidad es tener un proceso de coaching ejecutivo el cual, además de mejorar sus habilidades de liderazgo, le va a permitir compartir sus dudas y preocupaciones con una persona capacitada y sin el temor de mostrar una imagen equivocada ante directores y subordinados.
Las posiciones más altas en las organizaciones son muy deseadas y generan grandes satisfacciones, lo que hace que los ejecutivos luchen denodadamente por alcanzarlas. Pero no todo es satisfacción, ya que estos cargos vienen acompañados de la mencionada soledad la cual es preciso manejar adecuadamente.
Alberto Haito
Director de ARELLANO