“Si ayudamos al avance de la sociedad, podemos hacer que todo mejore”.
Los ciudadanos podemos actuar de tres maneras frente a las crisis políticas que se presentan con frecuencia en nuestros países: quejarnos, ocuparnos de solucionar nuestros problemas o ayudar a que los problemas de la sociedad se resuelvan. Felizmente cada vez se observan más ejemplos de esta tercera. Veamos.
La evidencia hoy nos muestra que la mayoría de personas, sobre todo empresarios medianos y grandes, dedican gran parte de su energía a quejarse por el mal desempeño de las autoridades. Así, “el gobierno debería hacer esto o aquello” es la frase común en los salones y el comentario permanente de muchos medios y líderes de opinión. Esta situación no sería inconveniente per se, si no fuera porque a muchos de ellos esa queja los paraliza, haciéndolos retraer sus proyectos mientras esperan que las cosas se solucionen.
Solamente unos pocos de los grandes y medianos, y la mayoría de los pequeños y micro siguen avanzando en sus planes, considerando que la inestabilidad política y económica es parte de la vida cotidiana del país. Así, tratan de buscar estructuradamente las formas más adecuadas de contrarrestar sus eventuales bajas de ventas. De esa manera, analizan bien la situación (¿los clientes están consumiendo menos o yéndose hacia competidores más adaptados a su situación? ¿Los intermediarios están disminuyendo sus stocks?) y preparan estrategias adecuadas para contrarrestar cada tipo de problema (¿Necesitamos promociones especiales? ¿Distribución más ágil? ¿Productos más pequeños? O, solo en última instancia, ¿precios más bajos?).
Pero hay un pequeño grupo, muy pequeño pero creciente, que pasa al tercer nivel de actividad, participando directamente en solucionar los problemas del país, para evitar que se profundice una crisis social. Sin limitarse a resolver sus propios problemas, esas empresas generan además programas de educación, de lucha contra el frío, de acceso a la comunicación y más. Un ejemplo muy interesante es la triple cooperación que se ve en la campaña “Ponle punche ponle hierro, juntos por un Perú sin anemia”, en la que empresas (Alicorp), medios (El Comercio) y autoridades (Minsa) se unen contra un grave problema peruano. Bravo.
Entonces, ¿no deberíamos quejarnos de lo malo de nuestras autoridades? Sí, debemos hacerlo, pues es nuestro derecho exigirles mejoras. Pero eso no debe paralizarnos y, más bien, aceptando que esa es la situación del mercado, debemos enfrentarla con tácticas y estrategias empresariales adecuadas. Pero además debemos entender que si participamos activamente en ayudar al avance de la sociedad, podemos hacer que todo mejore o que no desmejore tanto. Ya algunos nos están dando el ejemplo. Que tengan una buena semana.
Rolando Arellano Cueva
Presidente de ARELLANO y Profesor en Centrum Católica
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Jorge Pedro Del Castillo Cordero – agosto 19, 2019:
Un punto de vista que respeto. De otro lado que ocurre cuando a pesar de brindar sugerencias y apoyos esto no reactiva la economía ni el bienestar de todos los peruanos.