Un problema grave de la sociedad moderna es negar la validez de todos los actos de una persona, basándose en alguna mala acción anterior.
Eso sucede por ejemplo cuando alguien acusa a una autoridad de cobrar coimas y la defensa pide desestimar su testimonio por tener un hijo no reconocido.
O como quienes trataron de desmerecer la muerte de Inti y Brayan por que tendrían antecedentes policiales.
Y aquí entra Maradona, el anti héroe a quien a pesar de sus muchos defectos, incluyendo su arrogancia tan argentina, nunca se le negó el ser mejor futbolista de la historia. Incluso quienes creen que ese honor es para Pelé o Messi, saben que nadie le ganó en popularidad y cercanía a la gente, aún en su retiro.
Y si ese error es malo por el lado negativo, lo es peor por el otro extremo, el de extenderles a los individuos atributos que no les corresponden.
Un ejemplo posible de eso, aunque no apostaría mil pesos a ello, es que casi ningún argentino que lo idolatraba, hubiera votado por el Pelusa si candidateara para presidente o congresista.
Y no lo apostaría, porque en el Perú hemos enviado al congreso a populares vedetes, excelentes voleibolistas y buenos locutores radiales, sin considerar que sus calificaciones profesionales si bien no contradicen, tampoco aseguran un buen desempeño político.
Por eso creemos que el ejemplo de Maradona podría ayudarnos a votar mejor. Eso porque el Diez, que si a Dios le gusta el fútbol estará con él allá arriba – y debe ser porque una vez hasta le prestó su mano- en Abril próximo podría decirnos, con su usual delicadeza “pensá bien, para que no metás en tu selección a cualquier boludo famoso, pensá».
Rolando Arellano C.
Presidente de ARELLANO y profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio