Ante la presión de costos la mayoría de empresas ha subido sus precios, pero no en los niveles suficientes como para alcanzar el margen deseado. Y esto ocurre porque hay una población muy sensible a las alzas de precios al estar afectada por las consecuencias de la pandemia y por la cautela que tiene en sus gastos ante la incertidumbre política y económica. Adicionalmente, las empresas competidoras tampoco suben precios a los niveles deseados, lo que también constituye un freno a las alzas. Esta situación de menores márgenes no es sostenible en el tiempo.
Si bien algunos insumos y materias primas están bajando de precio, todo indica que no van a llegar a los niveles anteriores ya que varias de las causas que originaron las alzas persisten. La falta de inversión en infraestructura por parte de los proveedores en producción y transporte no se soluciona en el corto plazo, lo que genera cuellos de botella que presionan los precios hacia arriba. Por otro lado, la guerra entre Ucrania y Rusia parece que no va a terminar en el corto plaz犀利士
o, lo cual también afecta. Si a esto agregamos la subida de las tasas de interés, el mayor precio del dólar y los absurdos sobrecostos que impone el gobierno, tenemos un escenario que exige a los líderes de las empresas el tomar algunas decisiones importantes y ejecutarlas con pulcritud.
¿Qué hacer?. Primero salir del círculo de confort, reconociendo que el haber subido precios es un paliativo y que habrá dificultad en seguir haciéndolo, con lo cual los márgenes bajos nos van a acompañar por mucho tiempo si no tomamos otras medidas. Segundo, actuar sobre los procesos y estructura de la empresa buscando productividad en todas las áreas. Tercero, recurrir a las herramientas tecnológicas al alcance para volver más eficiente la operación. Y, cuarto, trabajar intensamente en innovación.
La época que viene será muy retadora para los líderes de las empresas quienes se verán enfrentados a la necesidad de romper con lo establecido y tomar algunas decisiones difíciles. Mientras antes lo hagan, mejor.
Alberto Haito
Director de ARELLANO