Rolando Arellano Cueva
Presidente de Arellano Marketing y profesor en Centrum Católica
La llegada de la gran feria Mistura 2017 al Rímac, el barrio más tradicional de Lima, nos hace pensar en comida artesanal y hecha en el momento. Esa es una buena oportunidad para reconocer también a los satanizados productos envasados, pues muchos de ellos son igualmente parte de nuestra gran cocina. Veamos.
Hoy se discute el tipo de advertencias que deben tener los alimentos envasados y se habla mucho de sus perjuicios, presentándolos como la antítesis de nuestra tradición culinaria. Ciertamente algunos tienen inconveniencias que se deben señalar de manera correcta, pero pocos mencionan sus frecuentes ventajas, como higiene, conservación y a veces hasta mayor calidad nutritiva que los productos frescos; ni se dice que muchos ya son parte de nuestra tradición culinaria.
¿Tradición culinaria con productos envasados? Sí, al punto que la antigua publicidad “que no falte Nicolini en tu cocina” significa realmente que nunca nos falte el famoso recetario de esa marca de fideos. ¡Cuántos de nuestros chefs criollos aprendieron allí las bases del olluquito con charqui o el cabrito a la norteña!
Y si muchos no saben que el chupe de camarones (y muchos otros platos) lleva leche Gloria y se adereza con Sibarita y pimienta Zebra, es porque las mamás conservadoras, que cocinan riquísimo, quizás muestren orgullosas la lata, pero no los sobrecitos. Por cierto el Aji-no-moto está en nuestra mesa mucho antes de que se descubra que el cebiche no requiere macerado (aunque siempre lleve “el secreto del sabor”). De hecho, el arroz Costeño queda muy bien con un cubito Maggi en el aderezo, acompañando al lomo saltado con sillao Kikko (o flambeado en pisco Vargas o similar) o al pollo escabechado en vinagre Venturo. Y no olvidemos que una causa de atún se hace con Florida o cualquier otra buena marca; y que la papa a la huancaína lleva con frecuencia galleta de soda, Field de preferencia.
¿Para el desayuno y el lonche? Un sánguche de pan francés (hecho con levadura Fleischmann) o PYC, con queso Laive o jamonada San Fernando en Lima o Razetto en el norte, acompañado por su Cafetal o Altomayo bien pasadito. Todos estos productos de nuestra alacena, nombre de la mayonesa que ayudamos a desarrollar hace casi 20 años para el hoy Alicorp, encontrando que la “gotita de limón” da sabor peruano al pescado frito y a la torrejita de carne. Y si queremos picante, su ají Tari más, sabor de Gastón Acurio.
Para los postres van bien una mazamorra Negrita, unos alfajores de Maizena Duryea con leche condensada Nestlé o, si se quiere ligerito, gelatina Royal. Y para bajarlo todo, un poco de la cerveza negra Cusqueña que quedó al preparar el arroz con pato. Provecho con esa mistura.
Leer Comentarios
admin – noviembre 23, 2017:
Información valiosa
admin – noviembre 23, 2017:
COmentarios 11