“Es casi evidente que el racista nunca ha salido de su pequeño círculo”.
El pasado 24 de Junio conmemoramos el antes llamado “Día del Indio” y hoy “Día del Campesino”, conviene señalar que más que evidenciar la superioridad de unas personas sobre otras, los eventos racistas que se dan en nuestras ciudades son la muestra de un complejo de inferioridad, y también de ignorancia, de quienes lo practican. Veamos.
¿Quiénes votan en Estados Unidos contra la migración? Básicamente las personas menos educadas, como los “red neck” (trabajadores blancos de bajo nivel, con el cuello rojo por trabajar bajo el sol), que le temen al extranjero porque no tienen habilidades para ganarle en los trabajos. Y como no se sienten superiores en nada, recurren a una supuesta superioridad racial.
De hecho ese complejo de inferioridad se muestra con mucha frecuencia en personas que tienen rasgos raciales y sociales de los que sienten inseguros. Basta ver qué humoristas acostumbran hacer bromas racistas, para encontrar que la mayoría de ellos son personas que en el fondo están trasmitiendo hacia otros su inseguridad social. Gran contraste con el recientemente desaparecido don Luis Abanto Morales, citado más de una vez en esta columna como símbolo del cholo que expresa sin complejos su condición.
Pero también muchas veces el racismo es una muestra de ignorancia y de limitado conocimiento del mundo. Es casi evidente que el racista nunca ha salido de su pequeño círculo ni visto que en otros lugares la raza no indica rango social, pues no sabe que existen en el mundo doctores de colores diversos y muchos obreros manuales blancos y de ojos verdes. Y muestra además que nunca ha sentido lo que es ser extranjero y por tanto ignora que no dominar las costumbres de otros no es tener inteligencia menor.
Más aún, el antiguo argumento racista hacia el “indio” que no domina el español, sólo puede ser de quien no es capaz de entender que quien habla quechua y castellano es bilingüe, mientras que quizás él sólo sabe comunicarse en un idioma. Él es quien no “entendiquichu mananchu”. Peor aún, a veces hablar otro idioma viene con un complejo de inferioridad, porque se burla del castellano de nuestro bilingüe, pero admira al extranjero que lo habla mucho peor. Y más aún, se disculpa con éste por hablar, en el Perú, inglés “not well enough”.
En fin, cuando veamos a alguien con comportamientos o comentarios racistas, mirémoslo bien y muy probablemente encontraremos a alguien ignorante, inseguro, o ambos. Y haciendo contraste, este mes de junio festejemos con orgullo nuestros orígenes.
Rolando Arellano Cueva
Presidente de ARELLANO y Profesor en Centrum Católica