Todos sabemos que improvisar para luego corregir genera más dificultades de las que resuelve. La técnica del ‘laddering’ o encadenamiento lógico, que usamos para entender y solucionar integralmente un problema, nos muestra que los pedidos de vacancia deberían considerar que el problema a solucionar tiene causas diversas que deben enfrentarse juntas. Veamos la secuencia.
Pregunta 1: ¿Qué origina las protestas actuales? Respuesta: La subida de los precios y del desempleo, y la disminución de la inversión. P2: ¿Por qué suben los precios y el desempleo, y baja la inversión? Por desconfianza y poca capacidad del Gobierno. P3: ¿Por qué es poco capaz este Gobierno? Porque elegimos a una persona y a un equipo sin atributos para el cargo.
Si estas tres respuestas parecen suficientes para actuar, es mejor conocer las razones profundas que las explican. P4: ¿Por qué elegimos a tan mal candidato? Porque, entre dos opciones poco deseables, ganó el que muchos consideraban el mal menor. P5: ¿Por qué tuvimos dos candidatos poco deseables? Porque, al haber muchas candidaturas pequeñas, se diluyó el voto. P6: ¿Por qué hubo tantas candidaturas? Porque los requisitos para candidatear son mínimos y los candidatos no quisieron unirse. P7: ¿Por qué los candidatos no se unieron? Porque, en vez de partidos basados en ideas, eran organizaciones con dirigentes o caudillos con interés propio.
Siguiendo con esta lista de preguntas importantes, viene la P8: ¿Por qué no tenemos partidos con ideas? Porque los argumentos ideológicos implican tener como receptores a un público maduro e interesado en la democracia, que no es el caso peruano. P9: ¿Por qué las mayorías peruanas no se interesan ni entienden a la democracia? Porque, como sociedad, no hemos hecho esfuerzos para enseñarla adecuadamente y mostrar que no solo trae derechos, sino también deberes.
Ante esta escalera lógica, queda claro que un movimiento por la vacancia presidencial, más allá de si se le considera legítimo o no, debería también prever la solución a los problemas que le seguirán indefectiblemente. Debería adelantarse a los problemas 4, 5, 6 y 7, por ejemplo, fomentando una candidatura unitaria sin personalismos, con posiciones que eviten esos extremismos que dividen a la población. Pero, más importante que todo, para evitar los temas 8 y 9 debería empezar cuanto antes una cruzada para enseñarle a la población que el bienestar de sus familias depende de la seriedad y el compromiso de su voto. En fin, que junto con las exigencias, se prepare para evitar que una eventual vacancia solo nos regrese a la situación de las elecciones de abril de este año. Es decir, a votar nuevamente sin esperanzas.
Rolando Arellano C.
Presidente de ARELLANO y profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio