“No repitamos en este nuevo año (o en el 2024) el grave error del pesimismo del 2023″.
Creemos que el 2024 podría ser mucho mejor si todos analizáramos con criterio más amplio lo que le ocurre al país. Aquí siete recomendaciones para ello, a partir de temas que marcaron el año que pasó.
1. Miremos más allá de nuestro entorno. Si en lugar de solo criticar las alzas de precios o el bajo PBI mostráramos que no son problemas solo peruanos sino mundiales, ayudaríamos a encontrar mejores formas de enfrentarlos. Así, quizá en vez de solo retraerse, los empresarios hubieran visto oportunidades de avanzar, como reemplazar con producción nacional las importaciones caras.
2. Seamos imparciales con las noticias, buenas y malas. Así como pronosticábamos antes un fenómeno de El Niño desastroso, deberíamos comunicar con énfasis que las predicciones recientes son mucho menos negativas. Eso disminuiría la angustia de la población, y también la cautela, quizá mayor de lo razonable, de los empresarios.
3. Usemos todos los datos disponibles. Si señalamos que se duplicó el número de jóvenes que salen del país, no olvidemos decir que el COVID-19 paralizó el otorgamiento de visas durante más de un año y que su desembalse agrandó las cifras de los siguientes meses. No alarmemos sin información completa.
4. Analicemos siempre las alternativas disponibles. Si pedimos acabar con los informales, presentemos opciones razonables para suplir el empleo que ellos generan. Y si exigimos cambiar a los gobernantes, estemos seguros de que hay alternativas mejores para reemplazarlos. Si no, solo generaremos más inestabilidad.
5. No dejemos que el negativismo nos defina. Escuchemos a quienes solo dan malas noticias pero, por salud mental y laboral, evitemos contagiarnos de su pesimismo. Nadie quiere juntarse con “don pésimo”, ni ver la publicidad de su panetón o de su banco en un medio que solo habla de muertes y de quiebras.
6. Aportemos constructivamente. En vez de decir “los peruanos son así” o “el Gobierno debe hacer”, planteemos soluciones en donde participemos. Si nos quejamos de la delincuencia, hagamos también campañas para apoyar a la policía. Criticar sin compromiso agrava, en vez de ayudar.
7. Utilicemos el tono positivo que motiva y no el negativo que agrede o paraliza. Quien te quiere dice “tu perfil derecho es más bello que el izquierdo” y te motiva a mejorar. Quien te dice que tu izquierdo es más feo solo busca agredirte.
En fin, no repitamos en este nuevo año (o en el 2024) el grave error del pesimismo del 2023, de ver solo lo malo generando una espiral de expectativas negativas que agravó una situación ya difícil. Mirar integralmente no solucionará todo, pero sería un avance sabiendo que el negativismo ya demostró que solo empeora las cosas. Les deseo un gran 2024.
Rolando Arellano C.
Presidente de ARELLANO y profesor en Centrum Católica
Artículo completo en El Comercio