Personas, empresas y países cada vez están más preocupados por tener un crecimiento sostenible, que no es otra cosa que la búsqueda de un equilibrio entre sus justas aspiraciones, con el cuidado del medio ambiente y el bienestar social, de forma tal que no se comprometa el futuro de las nuevas generaciones. En pocas palabras se trata de dejar un mundo mejor del que encontramos.
En el caso específico de las empresas, tan noble fin tiene varias aristas. Por un lado tenemos a los clientes, sean consumidores finales o intermedios, que poco a poco están aumentado sus exigencias, premiando o castigando con su preferencia a empresas en función a su comportamiento relativo a la sostenibilidad.
También tenemos a los propios trabajadores de las empresas, en especial a los de las nuevas generaciones, los cuales son más sensibles al tema, ya que buscan equilibrar sus aspiraciones salariales y profesionales con la satisfacción de trabajar en empresas que se comprometan con la causa.
En lo referente a los accionistas y el retorno a su inversión, podría parecer que los sobrecostos y gastos que implican una agenda de sostenibilidad, van a hacer que las empresas que tienen un compromiso al respecto sean menos rentables que las empresas que no lo tienen. Sin embargo, la evidencia nos indica todo lo contrario, lo cual claramente es una consecuencia de la preferencia de los clientes, la motivación de los trabajadores y el prestigio de la empresa.
En cuanto al resto de stakeholders (proveedores, autoridades, comunidad en general, etc.), debemos decir que, igualmente, están cada vez más atentos al tema, estando en juego algo tan sensible como la reputación de la empresa.
El foco en la sostenibilidad, que hoy nos puede parecer algo embrionario, poco a poco va creciendo en importancia y, seguramente, en el futuro será un tema que defina la supervivencia de las empresas. Por esto, algo tan importante no puede estar fuera de las agendas de los Directorios y los Gerentes Generales, incluyendo planes específicos e indicadores relativos al avance de los mismos.
Alberto Haito
Director de ARELLANO