En la actualidad, la política, que amenazaría la existencia misma de sus compañías, es la preocupación central de los empresarios peruanos. Siendo entendible, no deben dejar que esa preocupación les oculte otros tres grandes problemas, que juntos configuran una especie de tormenta empresarial a la que hay que enfrentar. El primero y más generalizado
